Saludos,
El domingo pasado, muy temprano por la mañana, empecé mi rutina: brinqué de la cama, prendí el Computador, me fui a servir mi Cereal y un Vaso de Leche y fui a recoger el Periódico. Nada distinto, nada atractivo sin embargo cuando ya estuve nuevamente acomodado en mi cama, para leer las noticias me encontré con el artículo que contaba la muerte por suicidio de este joven de 18 años (los mismos que mi hijo mayor), decidió quitarse la vida porque sus “amigos” habían publicado un video en Internet de su encuentro sexual con otro joven del mismo sexo. A raíz de este caso, la prensa en los Estados Unidos se ha avocado a buscar explicaciones, porqué los niños y adolecentes pueden llegar a estos extremos?. Danah Boyd es considerada una experta en el estudio y análisis del comportamiento de este segmento de la población en el uso del Internet y de las Redes Sociales. En la entrevista Danah explica sus puntos y dice cosas que son fáciles de comprobar como que el uso intensivo de las Redes Sociales y del Internet son adictivas, que el concepto de amistad y la definición de qué es un amigo ha cambiado al punto que lo que los chicos jóvenes entienden acerca de ello es absolutamente distinto a lo que nosotros entendemos (personas por encima de los 35 años), que las relaciones de padres e hijos está en su más bajo nivel en términos de confianza y empatía.
La información abunda en datos y estadísticas, la respuesta es: hay que darle más recursos a las instituciones, hay que debatir mas el tema para generar más controles, hay que legislar de manera más contundente para que las leyes hagan el trabajo que los padres no estamos haciendo. Todo esto me causa una serie de reacciones, una de ellas es que hemos dejado a nuestros hijos en manos de la vida, les hemos permitido asumir en muchos campos, los roles que son propios de adultos, los llenamos de cosas que los distraigan mientras nosotros nos dedicamos a nuestros propios negocios. Este es, en mi personal opinión, el resultado del fracaso del concepto de paternidad en la que nos hemos enfrascado como sociedad mundial desde décadas atrás. Tenemos muy buenos argumentos para decir que nuestro tiempo es bien invertido, que la humanidad a conseguido grandes progresos, que los ingreso per cápita crecen cada vez, independiente de las crisis mundiales, que la ciencia y la tecnología estan en su mejor momento y cuantas cosas más; sin embargo, el precio es muy alto, el triunfo puede luego constituirse en una grande, muy grande pérdida.
Me pongo primero en la lista de culpables, he permitido que mi hijo menor mienta en su fecha de nacimiento para que pueda acceder a una cuenta de Facebook. Mi crítica es en primera persona, cómo le podremos pedir a los chicos madurez cuando nosotros les damos muestras de inmadurez cada día, cuando les decimos que mentir para conseguir un objetivo está bien, no es tan malo. Qué hacer? Cerrar la cuenta de Facebook de mi hijo ayudará? Poner restricciones y ser padres que restringen en lugar de fomentar libertad, ser el que disciplina y los hijos los disciplinados, hinchar el pecho de orgullo porque mis hijos hacen lo que su padre dice que se haga? Pamplinas! La libertad es un tesoro que hay que cuidar, las restricciones generan deseo por romper las reglas, las restricciones son el escudo de los mediocres para no explicar la realidad, para no confrontarla, para no mirarla de frente y así poder saber cómo lidiar con aquellas cosas que convienen y aquellas cosas que hay que dejar de lado.
La clave aquí es el tiempo que uno pasa supervisando a los chicos, dándoles el tiempo que ellos merecen, enseñándoles con el ejemplo aquellas cosas que los ayudarán a ser buenas personas, entregando nuestras vidas para que nuestros hijos se nutran de lo bueno y desechen lo malo. El internet es como todo en la vida, un medio, nosotros somos los usuarios, nosotros somos quienes decidimos qué hacer con ello. Queremos más chicos muertos, más depredadores sexuales acosándolos, mas comportamientos marginales, mas actitudes antisociales? Yo no quiero eso, por lo tanto debo invertir más tiempo en la vida de mis hijos, aun cuando uno de ellos duerme lejos de mi hogar, ser Padre o Madre no es solamente llenar sus estómagos, curar sus herida, vestir sus cuerpos y alimentar sus cerebros. Ser Padre y Madre es entregar nuestras vidas en pro de nuestros hijos, es justo tener nuestro tiempo y espacio, pero nosotros mismo asumimos el compromiso de traer al Mundo a los hijos por lo tanto debemos ser consecuentes con ello y hacer la labor de la manera mejor.
Gracias por leerme,
LG