Hoy escribiré acerca de mi Padre, de ese hombre que significa la Presencia y la Autoridad de Dios en mi vida. Que privilegio tan grande para un Padre ser Padre, disculpen la redundancia, y es que delante de sus hijos la figura Paterna representa el Amor, la Autoridad, el Cuidado, la Seguridad, el Liderazgo, el Ejemplo y cuntas otras cosas mas que, me imagino que los textos de psicología infantil explicarán mejor que yo, hacen de una persona un ser equilibrado, y que la ausencia de ellos tienen el efecto contrario.
Yo soy el fruto del legado de mi Padre (y claro de mi Amandita, que para ser consecuente con la creencia que tengo de la pareja matrimonial, son uno solo), tengo ademas de su nombre, su carácter, sus formas, sus maneras. Me he sentido orgulloso de mucho de ello, y me he sentido algunas veces avergonzado de eso mismo.
Quizás que lo que más he aprendido de él, es a ver un ser humano, a no creer que siendo el mi Papá y teniendo u ostentando la imágen que aqui describo, Don Lorenzo era un ícono poco accesible, él sigue siendo un ser humano, con sus virtudes y defectos. Doy gracias a Dios porque finalmente y despues de tantos intentos, la relación que tengo con él es la de dos personas que se quieren, que aprendieron a aceptarse el uno al otro, que el respeto y cariño que tengo (y que he debido tener por ser el mi Padre) ha resultado en un cariño y respeto desde su parte que ha inundado mi vida de una manera tal que ahora todo tiene un sentido distinto, real llenando de respuetas todas mis dudas juveniles.
Con Don Lorenzo nos separaba nuestras creencias religiosas, nos separaba aquella educación vertical en donde el Papá es algo asi como una figura poco accesible a sus hijos, nos han separado algunas cosas mas que obviaré porque pertenecen al mundo privado de él y de algunos miembros de la familia y que obviamente debo respetar su confindecialidad. Pero aún exisitiendo todos esas diferencias, el Amor siempre estuvo presente, el Amor cubrio todas nuestras faltas, el Amor curó heridas y abrió momentos innolvidables en los que pudimos darnos un abrazo muy fuerte, un beso con el que un Padre bendice a su hijo y noa permitido arroparnos el uno al otro con la seguridad que todo el esfuerzo bien ha valido la pena.
Mi Viejo nunca buscó el alago fácil, el siempre ha sido fiel a sus principios y a aquellas cosas que le enseñaron sus Padres, con entereza siempre ha tratado de mantener en alto su palabra y sus convicciones, aún cuando ello lo puso aveces en situaciones difíciles de sobrellevar. Su humildad y frugalidad le ha permitido disfrutar de sus años de retiro de una tranquilidad de aquellos que pasaron por la vida profesional para cumplir con una misión y no para llenarse los bolsillos de dinero a cualquier precio.
Cómo no ver la imégen de Dios reflejada en la vida de este hombre! Un hombre que en medio de sus limitaciones humanas ha sabido mostrar amor y sacrificio, que a pesar de sus errores y defectos ha sobre puesto su deseo de ser Padre aún en sus horas mas dificiles y en momentos en los que muchos quizás percibimos como muy tarde. El quizás no sea conciente del impacto que su vida tiene en mi vida, pero su huella es imborrable y se extiende en la vida de mis hijos.
Don Lorenzo, tu has leido muy poco mis escritos, pero siendo la fuente de inspiración de muchos de ellos, sin leerlos tu sabes lo que dicen. Gracias por ser mi Papá, por tus Amor, tus consejos, tu ejemplo, tu entereza, tu firmeza, tu humildad para ver la vida, por tu cariño entrañable, por todas aquellas cosas que hacen de tí no solo la persona a la que debo obedecer y querer, sino a la persona que hecho realidad el Amor de Dios en mi vida y en la vida de mi Familia.
Gracias por leerme,
LG
