Saludos,
Hoy tendremos un tiempo especial en mi oficina con ocasión de celebrar los diez años que vengo trabajando con ellos. Me gusto mucho ser el centro de la celebración, ayer la Vice-Presidenta de Ventas me dijo "mañana es el día que tendrás que dar un discurso!", en broma le dije "el discurso lo guardaré para cuando postule a la Presidencia del Perú!".
Con poca humildad diré que no me cuesta decir quién es Lorenzo Humberto Gómez Vargas, lo digo con orgullo porque siento que soy el resultado de varias personas y circunstancias, y gracias a Dios mucho de ello (lo más importante sin duda) viene justamente del aporte, del amor, de la paciencia, del cariño, del respeto que me han prodigado desde mis Padres, hasta mis amigos, compañeros, colegas y mis clientes. Entonces como podré guardar el orgullo de ser quien soy, de alguna manera trato que mi vida sea un homenaja a quienes dejan su marca en mi vida, ustedes podrán reconocer detalles y saber de quienes vienen tan pronto como me vean actuar.
Lo mismo pienso de mi vida impactando la vida de los demás, impactando la vida de mi esposa y de mis hijos por ejemplo, he pasado momentos de profunda reflexión, mirando al interior de mi vida para ver aquellas cosas que cuestan mirar de frente y acpetar que moran en nuestros corazones. Cuesta mucho darse cuenta que los años pasan y que el pasar de los años no es suficiente para añadir virtudes a la vida de una persona, que el origen social o familiar es una circunstancia de la vida pero que las personas tenemos el derecho y el deber de vivir nuestras vidas a plenitud y con total responsabilidad.
Asi que cuándo quieran saber quién es Lorenzo Gómez, piensen en una persona que vive enamorado de su mujer, ilusionado con el presente y el futuro de sus hijos, que deja su fe en ese Ser Supremo que lo acompaña en todo momento y que esta siempre presente en su vida a pesar de mi mismo, que trabaja con el deseo de servir a los demás, que quiere a sus amigos y trata de mostar siempre respeto, que llora con el recuerdo de sus Padres pero al mismo tiempo entiende que la vida es efímera y que la Eternidad está al cerrar los ojos.
Mientras los novelistas inventan historias con personajes ficticios, este iluso aprendiz incipiente de escritor escribe desde el fondo de su corazón, trata de convertir en palabras lo que sus sentidos perciben, arroja sobre el teclado sus creencias, su filosofia, su devoción, sus cariños y sus odios, sus aficiones y sus querencias, sus deseos y sus planes, su respetos y sus reclamos. Perdonen el atrevimiento de siquiera llamarme aprendiz incipiente, una mejor descripción de mis habilidades en el teclado quizás se describen o entienden por la facilidad de acceder a este tipo de medios, y porque mis lecturas que provienen muchas de ellas de la casualidad, me obligan a dar el vuelto de lo entregado, pues el lector tiene su contra parte en el escrito, son dos caras de una misma moneda.
Les diré también quién quiero ser, quiero ser siempre un hombre libre, más aún cuando la libertad de los hombres ahora es un reto muy grande. Quiero ser un mejor esposo, porque mi mujer se merece todo lo bueno que un marido puede entregar a su esposa, tengo la obligación suprema de mostrar, de corresponder al amor y al trabajo abnegado de esta mujer que ha confiado su corazón a su esposo. Quiero ser un mejor Padre, a pesar de que las hojas del libro se vayan volando, mi Papá se esforzó hasta que entregó el espiritu en la presencia de Dios, pues tengo el ejemplo, tengo mis hijos, y si Dios lo permite tendré mis nietos, quiero ser un buen Padre.
Quiero ser una buena Persona, un buen Ciudadano, un buen empleado, un buen amigo, un Familiar, quiero que los frutos de mi Fe se muestren de manera practica porque quien los inspira es el Buen Pastor, el Padre Eterno porque sé que El es quien hará que esta carga pesada, sea liviana y llevadera. Por que oigan o lean quenes me escuchan o leeen, ser una buena persona sin la ayuda de Dios es un reto grande, una carga pesada, el fracaso es casi una constante, y el juicio de tus congeneres puede destruir tu vida emocional o psicológica; por ello el refugio en las manos de Dios es una necesidad del ser humano, allí es donde podremos vivir confiados y protegidos.
Pues si, diez años! nos son muchos, no son pocos, este es Lorenzo Gómez, perdonen si escondí lo que no quiero que vean, estoy seguro que lo ven de igual manera, perdonen mis ofensas, perdonen mis ligerezas, perdonen mis faltas, mi ignorancia. Les extiendo la mano, agradezco su gentileza para quienes comprenden que soy una persona falible, y para quienes no quieren aceptar mi solicitud de disculpa, les renuevo mi cariño, todos merecemos siempre una oportunidad y esa es la que seguiré buscando.
Gracias por leerme!
LG
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