miércoles, 27 de noviembre de 2013

Vale La Pena Luchar Por Tus Valores y Principios?

Saludos,

Esta es una pregunta que salta en mi mente depués de comprobar que hay en la vida una serie de vivencias que ponen a prueba aquellas cosas en las que crees y en las que has sido formado. Quizás lo que habría que hacer es una constante revisión de lo que uno cree (algunos le llaman estado de pensamiento crítico) para poder identificar aquellas cosas, aquellos principios y valores, que tienen un mejor impacto, y al tiempo desechar algunos otros que merecen ser dejados de lado.

Hasta hace poco pensaba que lo que a uno le enseñan de niño le queda por el resto de su vida, sin embargo he visto que gente que ha sido criada en un ambiente familiar plagado de valores como la honradez, la amabilidad, el cariño y respeto, esa misma gente se torna en seres impios, frios y calculadores, que son capaces de pasar por encima aún de aquellos que dicen querer. También es posible ver seres que en la infancia fueron despojados del amor de sus madres, de sus padres, que la vida les negó un hogar, in circulo familiar y que a pesar de todo ello tienen un sentido solidario ante la vida, corazones que han superado todo ese caos y desamor.

Mis valores y principios, mis creencias son puestas a prueba cada día, desde que tuve que mirar a la vida de manera directa sin el filtro aquel que fueron mis Padres. Mi mamá era una mujer, asi la recuerdo, de una nobleza muy grande, una mujer que era capaz de dejar la piel por sus hijos y por aquellos que amaba, desde muy niña se entregó a la función de apoyar solidariamente a su madre y a su familia cercana, a la muerte de su mamá (mi querida abuelita Noemi) ella siempre aceptó a su hermano varón con el amor y el cariño que ella sabia expresar con sinceridad. Mi papá era un hombre con un alto concepto de amor y solidaridad familiar, un hijo amoroso de su madre, y un hermano ejemplar, siempre listo para darles todo los privilegios que su poder y sus capacidades le permitian.

Mi creencia y mi fe espiritual me dice que debo dar antes de recibir, amor aún a aquellos que no me aman, ser solidaria con el que sufre, dar de comer al ambriento, tener la actitud de un niño, una actitud de obediencia e inocencia en la que la maldad ocupa un lugar casi imperceptible. Me pierdo en mis pensamientos una y otra vez, pensando en todo aquello, recordando y evaluando todo aquello, pensando si esto realmente vale la pena seguir siendo como soy. Asi es como he criado a mis hijos, asi es como los aconsejo, les pido que ellos también persigan todo aquello que fue sembrado en mi corazón.

Puede ser una carga muy pesada todo esto, quizás sean señales de que uno empieza a envejecer, pero al final del día me quedo siempre con el deseo de seguir ilusionado con lo bueno, con lo noble, hay algo en mí que me dice que lo bueno siempre estará por encima de lo malo, por lo que tomar partido por lo bueno es algo que uno debería hacer siempre, no porque uno tenga la sabiduría perfecta de saber identinticar esa estado de bondad y pureza de las cosas, sino porque uno decide tener la actitud, creo que eso es suficiente.

A quienes me leen, los insto a mantener en alto las banderas de la verdad y de la honestidad, del amor y de la solidaridad, de la honradez y del trabajo arduo. Hagámos que el deseo de nuestro corazón se incline por lo sublime, para que sea nuestra actitud, nuestra inclinación, un arma poderosa en manos del Todosapiente y así se materialice el Bien sobre el Mal, seremos colaboradores de esa triunfo, sabiendo con certeza y gratitud que la Honra y la Gloria es para quien la merece, porque las Peleas de este tipo las Pelea el Rey de Reyes, los siervos en mejor de los casos podemos ser utilizados en la contienda cuyo ganador ya ha sido declarado.

Gracias por leerme.
LG

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