Saludos,
Siempre me pregunto porqué es tan difícil para las personas obedecer. Puedo hablar desde mi experiencia de Hijo primero, y luego de Padre para poder tratar de explicar este asunto que es un desafío en mi vida. Es un desafío porque estoy siempre pidiendo a mis hijos obediencia, de aquella que se dá con la seguridad que obedeciendo no solamente uno hace bien, sino que recibe cosas buenas a cambio que hacen de tu vida una experiencia más placentera.
Cuando era hijo solamente, recuerdo que me gustaba mucho obedecer a mis Padres, mis recuerdos más claros son de adolecente. Recuerdo que después de obedecer recibia el cariño y reconocimiento de ellos, y eso era todo lo que me importaba, me sentía muy orgulloso de ser obediente, aún cuando habían situaciones extremas (extremas para un niño de esa edad), o cuando mi carácter me jugaba una mala pasada. Pero obedecía, al final siempre obedecía, no lo pensaba ni lo evaluaba (ahora me doy cuenta de eso), nomás ejecutaba las órdenes de mi Padres.
Mi intención no es decir que era un chico modelo, he tenido como todo muchacho mis tiempos de rebeldía, recuerdo cuando tenía 13 o 14 años que me sentía profundamente desilucionado cuando me esforzaba por agradar a mis Padres y ellos por alguna razón que no recuerdo, no recompensaban mi esfuerzo de la manera como yo esperaba. Mi Profesora de Escuela Dominical de esa época me consolaba y aconsejaba "obedece a tus Padres todo el tiempo, eso es lo que manda Dios", pero cómo obedece en esas circunstancias, yo pensaba que ellos estaban haciendo injusticias conmigo, ella (la maestra) me decía de nuevo "lo que hagasm hazlo para agradar a Dios, ellos son tus Padres, y Dios manda que los obedezcas".
Pasadas las etapas de adolecencia y primros años de juventud, de conflictos emocionales o genracionales, recuperé la atención y el cariño de mis Padres, ellos ya no están conmigo pero nuestros años de gente adulta han sido maravillosos. Algún día escribiré acerca de mi relación con mi Amandaita y mi Viejito siendo un adulto jóven y ellos en sus primero años de adultos mayores. Les dejo mi recuerdo: maravilloso! me hubiera gustado que eso dure por la eternidad....
Ahora que soy Padre de un jóven de casi 21 años y de un adolecente de casi 14 años, siento que pedir Obediencia es para mi un reto delante de esos muchachos. Digo esto porque uno obedece proque está convencido de que quien Ordena tiene la autoridad para dar direcciones, de otra forma pues uno solo las ignora o hace que las cumple mientras el ojo vigilante no se cansa y duerme. Ser el orígen de las normas, las reglas y las órdenes significa vivir una vida que represente todo aquello, que inspire, que genere und eseo ferviente de seguir al líder, y eso es una tarea complicada. Muchas veces pensamos que dirigir, que liderar es una cuestión de mirar cómo los demás ejecutan tus mandatos.
Ser un lider es vivir una vida plena de virtudes, y quién puede vivir de esa manera todo el tiempo? Quién nunca dice una mentira, quién no hace algún juego que permita tomar el camino corto, quién no toma "prestado" de otro sin que ese otro sepa de aquello. Mis Padres, como cualquier persona cometian sus errores, pero había algo que sobre pasaba todo aquello, y era el grande Amor que yo sentía por ellos. Como quisiera que mis hijos digan lo mismo de mi, yo siento el cariño de ellos, pero es un cariño natural, me tienen a su lado, entonces creen que es asi para siempre, sin embargo veo sus corazones, me ilusionan sus vidas, sus sentimientos, sus personalidades, aún cuando tienen actitudes, siempre me digo "no me importa, yo los quiero, no es que los malcrie, pero son hijos mios, sino recurren a mi que soy su Padre a quien irán?"
Esa es la visión de un Padre que yo tengo, un Padre paciente, amoroso, pacificador, pero a la vez jsuto y celoso del bien. Un Padre que es la fuente del deseo de obedecer, de ese sentimiento de orgullo, de querer ser como esa figura delante tuya que lidera tu vida, de esa fuente de consejo a la que acudes seguro de conseguir lo que buscas o mejor de lo que buscas. Asi eran mis Padres, asi es mi Padre Eterno, ojalá El me permita inspirara las vidas de mis hijos de similar forma.
Gracias por leerme,
LG
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