viernes, 24 de enero de 2014

El Peso De Tu Nombre....

Esta entrega está dirigida a esta persona que ya no está conmigo, pero que su presencia mediante el recuerdo que tengo de él, es perenne, su figura se refleja en mi vida cada instante, su genio, su talante, su perfil, sus gustos y costumbres perdurán en mi vida...

Cuando era pequeño llevar tu nombre era motivo de extrema alegría, no lo sabía aún, pero aquella historia de que hayas querido que me llame como tú, me hacía sentir especial. Súmale a ello, mi segundo nombre, también escogido por tí, el nombre de tu amigo, el homenaje que le hacías dejando su nombre al lado del tuyo en la vida de tu hijo.

Acabo de leer la historia de este Coronel de la Policia Peruana, que coincidentemente trabajó en los años en los que tu eres un Oficial jóven, quien escribe el artículo lo describe como un hombre de una honestidad suprema, aguerrido en su trabajao, víctima del Sistema corrupto, luchador incansable contra el crimen organizado, peleador guapo aún cuando el contrincante tenia la fuerza del poder venida del lado más oscuro de la mafia que manejaba la Policía de aquellos días.

Como no recordar entonces tu nombre, imagen y trayectoria, si casi estaban hablando de ti, recordé que yo me llamo igual que tú, y que a pesar de que no tengo uniforme y galones que me otorguen autoridad, yo también libro mi propia batalla impulsado por todo lo que tú y mi mamá me enseñaron, por la imágen que tengo de mis abuelitos luchando por salir adelante, haciendo que los hijos estudien y sean buenas personas, dando cariño y respeto por todos, entregando lo mejor todo el tiempo, usando la honestidad como el medio de relación con los demás.

Cuantas veces me "acusaron" de ser como tú, cuantas veces me desacalificaron "por ser como tu Padre", pero cada vez todo aquello para mi era una alegria personal, ser como mi Papá era tod mi orgullo, como cuando era pequeño,com ahora que dejé de serlo, como ahora que crio hijos, y que les repito una y otra vez de dónde venimos y cuál es el orígen de ese nombre que tiene un peso muy grande en mi vida, pero que me llena de orgullo y felicidad.

Lamento profundamente no haberle puesto el mismo nombre a alguno de mis hijos, creo que ellos se merecían ese honor que por cosas de la vida se los negué. Guardo en mi corazón la esperanza que algún día aparezca otro Lorenzo Gómez en este mundo, otro que abraze los principios y valores que mi Papá sembró en mi corazón, otro que algún día diga "me llamo igual que él"..


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